Ya está, ya llegó,
Es 2011, por fin entramos en una década nueva, después de todo lo que nos deja la anterior y el comienzo de una nueva era con la brutalidad de los hechos acaecidos un 11 de septiembre de hace diez años. Para éste lo de siempre: buenos propósitos, también de enmienda; planes nuevos, de mejora, el cumplimiento de todo lo pendiente y el comienzo del fin de los excesos propios de estas fechas.
¿Cómo he empezado yo? Contento. El año pasado marcó un punto de inflexión en mi vida motivado por diversos cambios fundamentales y en cierto modo varios de ellos, si no todos, naturales. De ellos iré dejando constancia en este blog. Para empezar el año he tomado una lectura nueva, indispensable, incluso para aquellos como yo, que nos alejamos a una temprana edad de esas creencias semiimpuestas por padres y profesores basadas en una manera de entender el devenir del mundo y las personas: el Creacionismo. Todo lo que esta palabra contiene es enorme, y su influencia en la historia del ser humano desde hace más de dos mil años es vital y de obligado conocimiento. Nombre fundamental, el de Cristo (Jesús para los más pequeños, Jesucristo para la mayoría). Efectivamente, he comenzado la lectura de las Sagradas Escrituras, La Biblia. Rondando los catorce años, gracias al mundo tan abierto que nos ha tocado vivir, abandoné voluntariamente la fe, y no pasó absolutamente nada (tampoco fui por ahí anunciándolo). Es cierto, estudiaba en un colegio de curas y mi abuelo era un creyente intransigente e intolerante, pero fue tan sencillo como ocultarlo sin miedo alguno. Anteriormente a estos hechos me queda la experiencia de haber conocido la Comunión, la Confirmación y varios años de despertares dominicales para la asistencia obligada a la iglesia, como un fiel más, para escuchar el sermón de boca de un padre franciscano, para terminar observando a tal persona deleitarse con la sangre y el cuerpo de cristo, quedando para la auditoría que creyese estar limpia de pecado y culpa o pena el saborear éste último.
Es con lo que empiezo, y por supuesto mucho más, pero ya iré escribiendo sobre todo esto, que queda año para rato. Hasta luegooooo.
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